Ay… las infecciones vaginales. Ese incómodo momento en el que arde nuestra vulva, nos pica, o nos huele raro, ¡o todas las anteriores! y no sabemos muy bien qué hacer entre la incomodidad y la desinformación. Por suerte, nos tenemos unas a otras, así que en esta primera parte de nuestra serie sobre las infecciones, hablaremos sobre las más comunes y cómo la copa puede ayudarte.
En nuestro artículo anterior hablábamos del cuidado apropiado de nuestra vulva en el día a día, pero cuando se trata de una infección vaginal, ¿qué debemos hacer? Primero lo primero, saber identificarlas, y para esto es importante hablar del concepto del desbalance.
DESBALANCE DEL ECOSISTEMA VAGINAL
Una infección siempre es causada por un desbalance del ecosistema vaginal, ya sea por un factor externo (toallas, tampones, humedad, falta de aseo), o por un factor interno (debilidad del sistema inmunológico, mala alimentación, estrés). En su estado natural, tu vagina y vulva están haciendo su trabajo para mantener un balance entre hongos y bacterias. Cuando algo ocurre y éste balance se altera, es cuando llegan la Vaginitis y Vulvitis, es decir, inflamaciones o incluso infecciones.
INFECCIONES POR HONGOS
Según el libro La Biblia de la vagina, de Jen Gunter, un 70% de las mujeres tendremos una infección por hongos al menos una vez en nuestras vidas. Las razones para adquirirlas son variadas y dependen de cada mujer y su nivel de sensibilidad, pero en general, se manifiestan con inflamación en la vulva y vagina.
“Los hongos son una única célula, un organismo microscópico donde a su vez hay muchas especies de hongos que viven normalmente en nuestro cuerpo sin causar necesariamente ningún daño.” La forma de cuidar su equilibrio es manteniendo el pH vaginal ácido, es decir, aproximadamente entre 4 y 5 para mujeres en edad reproductiva. Por debajo de ese número sería demasiado ácido, o por el contrario, si es más alto, muy alcalino.
Según Gunter, al menos el 90% de las infecciones por hongos son producidas por Cándidas, lo que llamamos Candidiasis.
Factores que influyen en adquirir infecciones por hongos:
Toma de antibióticos (que debilitan el sistema de la flora bacteriana).
Condiciones que favorezcan el sobrecrecimiento de hongos (altos niveles de azúcar, humedad en la zona vaginal).
Un debilitado ecosistema vaginal, que permite al hongo crecer desequilibradamente (falta de hierro, jabones y duchas vaginales, químicos de toallas y tampones que afecten el pH).
Alteración emocional y hormonal: nerviosismo, estrés, embarazo, cambio drástico de vida.
Problemas con el sistema inmunológico.
Pareja sexual masculina contagiada con hongos.
La diabetes y el embarazo también son factores de riesgo que predisponen a padecer infecciones por hongos.
Síntomas de Infecciones por hongos
Picazón intensa, que quieras rascarte hasta el canal vaginal.
Fuerte secreción sin olor, o con un leve olor dulzón.
Flujo vaginal similar a la leche cortada.
Inflamación, enrojecimiento, irritación, dolor o ardor en los labios vaginales.
Secreción vaginal sin rastros de sangre.
Frente a esto, lo ideal siempre es ir a una consulta ginecológica donde se haga un cultivo y se identifique qué infección hay concretamente. En caso de no poder asistir a una consulta ginecológica para comprobarlo, Gunter recomienda tomar medicamento sin prescripción médica para hongos sólo y únicamente si tienes los síntomas expuestos previamente. En el caso de que tengas otros síntomas, o tengas infecciones recurrentes, lo más probable es que tengas una infección por bacterias.
INFECCIONES POR BACTERIAS
Ocurre cuando hay un desbalance bacterial en la vagina: “Al menos un 30% de las mujeres tendrán una vaginosis bacteriana en algún punto de sus vidas, y es la causa más común del desbalance de la microflora vaginal, aunque la mayoría de los doctores y mujeres las tratan como si fuera un hongo. Es importante identificarlos como bacteria y tratarlos como tal, de otra forma, puede aumentar el riesgo de adquirir una ETS si la vagina está expuesta.” (Gunter, 2019, p.281) Además, según la misma autora, el 50% de las mujeres con infección por bacterias son asintomáticas.
Factores que influyen en adquirir infecciones por bacterias:
Exposición al medioambiente: espermicidas, productos vaginale o duchas. También el fumar cigarrillo.
Precedente de infecciones vaginales seguidas.
Humedad en la zona vaginal.
Sangrados menstruales prolongados o exposición frecuente al semen.
Toma de antibióticos (que debilitan el sistema de la flora bacteriana).
Síntomas de Infecciones por bacterias:
Secreción vaginal no irritativa.
La secreción tiene olores intensos, a queso o pescado descompuesto.
Color de la secreción, que puede ser amarillento, verde, marrón, etc.
Cambio de olor luego de entrar en contacto con una eyaculación.
Pareja sexual masculina cuyo pH del semen altere nuestro pH vaginal.
CÓMO ME AYUDA LA COPA MENSTRUAL CON LAS INFECCIONES
La copita menstrual, una vez más, es nuestra aliada. A la hora de las infecciones, puede ayudarnos a evitarlas, y en caso de tenerlas, acompañarnos a detectarlas.
En primer lugar, no va a generar humedad, es decir, no va a crear ambiente propicio para que proliferen hongos.
Al momento de tener una infección por bacterias, vas a notar enseguida el cambio de tu flujo u olor porque es un dispositivo que estará dentro del canal vaginal.
La mayoría de las infecciones son producidas por el desbalance que causan algunos productos químicos, la copita en cambio no desprende ninguna sustancia ajena.
Para las mujeres alérgicas a las toallas o tampones, la copa evitará irritaciones que deriven eventualmente en infecciones.
Las toallas absorben tu pH, por lo tanto, lo alteran y se llevan consigo también bacterias “buenas”. La copita las dejará en tu vagina y no evitará que hagan su trabajo.
Por último, el maravilloso material de la copita es TPE, un plástico quirúrgico no absorbente. En el Ecuador, somos las primeras copas menstruales con registro sanitario, y esto es súper importante a tomar en cuenta porque recuerda que al final del día, la copa estará dentro de tu organismo.
En el caso de que tu copa tenga un olor fuerte, sí te damos una recomendación. Déjala al sol durante 3 horas, luego sumérgela en agua oxigenada durante 3 horas y por último hiérvela durante 5 minutos. Si después de esto el olor persiste, lo mejor es cambiar la copa para evitar que sea un foco de reinfección.
¡Gracias por leernos! Cuéntanos si esta información fue útil para ti, y te invitamos a estar atenta a la segunda parte de esta serie sobre infecciones, donde hablaremos de las infecciones urinarias y algunas recomendaciones naturales para esos días incómodos.
Abrazos,
Equipo de OVA.
Este artículo es el primero de nuestra serie sobre las Infecciones Vaginales. Hemos consultado dos libros fundamentales sobre ginecología, el primero, La biblia de la vagina escrito por Dra. Jen Gunter, y el segundo, Manual introductorio para una ginecología natural, escrito por Pabla Pérez San Martín. También entrevistamos a la ginecóloga ecuatoriana Dra. Nathaly Marcillo, quien actualmente trabaja en el Hospital Kennedy en Guayaquil y a la Dra. Cynthia Márquez quien trabaja actualmente en el Hospital Metropolitano en Quito. Toda la información compartida fue tomada de estas tres fuentes.
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